En
víspera de que el Comité Olímpico Internacional (COI) anuncie en Buenos Aires
qué ciudad albergará los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020, las
delegaciones de las tres ciudades candidatas (Tokyo, Estambul y Madrid) apuran
las horas restantes agasajando a sus miembros tratando de lograr su voto.
Algunas de las más importantes autoridades políticas y deportivas de cada uno
de los tres países en concurso llevan ya varios días en la ciudad argentina
tratando de crear “lobbies” en torno a su candidatura que allanen el camino
hacia el triunfo final en las dos rondas de votaciones que tendrán lugar
mañana.
Y
todo tiene su lógica. Unos JJOO son, sin duda, un excelente escaparate, no solo
para la ciudad organizadora, sino para todo el país. Millones de personas se
desplazan durante todo el año olímpico a la ciudad sede, con el aporte
económico que ello supone; durante varios años en todo el mundo esa ciudad
estará en boca de todos los medios, deportivos y no deportivos; Todo aquel al
que le guste el deporte hablará de los Juegos y de su entorno… etc. Y llegada
la cita, durante 2 semanas no se hablará de otra cosa en todo el mundo. Solo ha
habido 3 casos en toda la
Historia en los que unos JJOO se han cerrado con pérdidas
económicas: Montreal 76, Atlanta 96 y Atenas 04.
En
el aspecto deportivo el impacto es aún mayor. Estamos hablando del mayor
acontecimiento deportivo que existe a nivel mundial. No olvidemos el antes y el
después que supusieron los JJOO de Barcelona 92, en los
que el deporte español dio un salto de calidad que supuso el inicio de la época
dorada que vivimos hoy en día. Prueba de ello es que, de las 131 medallas que
ha conseguido España en la historia de los JJOO de verano, 105 han sido obtenidas
a partir de los Juegos de Barcelona (22 en Barcelona, 17 en Atlanta, 11 en
Sydney, 20 en Atenas, 18 en Pekín y 17 en Londres). Antes de Barcelona 92, la
edición olímpica en la que más metales había logrado nuestro deporte fue la de
Moscú 80, de la que regresó con 6 preseas.
Sin
embargo, yo no quiero que esos Juegos se
celebren en Madrid. Ni Madrid ni España se los merecen. Y los motivos por
los que no lo quiero son los siguientes:
1. No quiero que políticos de talla tan baja como Mariano Rajoy (Presidente del
Gobierno), Ignacio González
(Presidente de la Comunidad ),
Ana Botella (Alcaldesa de Madrid) o José Ignacio Wert (Ministro de
Educación, Cultura y Deportes) se apunten el tanto de la concesión de los Juegos. No lo
quiero porque lo interpretarán como una victoria política que nos venderán como
resultado de su “buena gestión”, mientras continúan metiendo la tijera en
sanidad, educación, investigación, dependencia y derechos sociales en general.
2. El Príncipe Felipe es una de las autoridades que representará a la candidatura en Buenos Aires. Tampoco quiero que un miembro de la familia Real, que cada día que pasa está más “enmierdada” por todos los flancos, se apunte la victoria de Madrid como un ejemplo del “trabajo bien hecho” dela
Casa Real.
3. Los miembros y representantes dela Candidatura mienten. Dicen que la opción de Madrid como sede olímpica
cuenta con el 91% de apoyo de la población española. Mienten descaradamente.
Con un alto índice de ciudadanos en paro, sin una sanidad de garantías en
muchos casos, con cada vez menos posibilidades de optar a una educación de
calidad… sinceramente, no creo que el conjunto de la sociedad esté ni siquiera
preocupado por la elección de mañana.
4. Todos sabemos lo que pasaría con la adjudicación de los contratos relacionados con los JJOO. En un país corrupto a todos los niveles, la licitación y adjudicación de contratos sería “de risa”. Vivimos en la tierra de las comisiones, los sobres, los “me debes un favor” y los “tengo un amiguete que…”. No hay más que imaginarlo, y se nos hace fácil.
5. El 80% de las infraestructuras ya están construídas. Ni siquiera en ese aspecto generarían todo el empleo y crecimiento económico que nos prometen.
6. España es un país en recesión. La economía española retrocede un poco más cada año que pasa, todo lo contrario a lo que ocurre en Turquía (crece una media del 5% anual) o Japón (en constante crecimiento). En este aspecto, Tokyo es la mejor situada, ya que cuenta con una inversión privada muy potente de cara a los JJOO, mientras que en España, la práctica totalidad de la inversión provendría de las arcas públicas, lo que aumenta las probabilidades de unos Juegos deficitarios (como sucedió en Atenas 2004).
7. Madrid ya ha dejado bien claro cuál es el modelo de crecimiento por el que ha apostado al perder el culo por lograr la construcción allí de Eurovegas. Ello resulta absolutamente incompatible con los valores olímpicos que ahora predica.
2. El Príncipe Felipe es una de las autoridades que representará a la candidatura en Buenos Aires. Tampoco quiero que un miembro de la familia Real, que cada día que pasa está más “enmierdada” por todos los flancos, se apunte la victoria de Madrid como un ejemplo del “trabajo bien hecho” de
3. Los miembros y representantes de
4. Todos sabemos lo que pasaría con la adjudicación de los contratos relacionados con los JJOO. En un país corrupto a todos los niveles, la licitación y adjudicación de contratos sería “de risa”. Vivimos en la tierra de las comisiones, los sobres, los “me debes un favor” y los “tengo un amiguete que…”. No hay más que imaginarlo, y se nos hace fácil.
5. El 80% de las infraestructuras ya están construídas. Ni siquiera en ese aspecto generarían todo el empleo y crecimiento económico que nos prometen.
6. España es un país en recesión. La economía española retrocede un poco más cada año que pasa, todo lo contrario a lo que ocurre en Turquía (crece una media del 5% anual) o Japón (en constante crecimiento). En este aspecto, Tokyo es la mejor situada, ya que cuenta con una inversión privada muy potente de cara a los JJOO, mientras que en España, la práctica totalidad de la inversión provendría de las arcas públicas, lo que aumenta las probabilidades de unos Juegos deficitarios (como sucedió en Atenas 2004).
7. Madrid ya ha dejado bien claro cuál es el modelo de crecimiento por el que ha apostado al perder el culo por lograr la construcción allí de Eurovegas. Ello resulta absolutamente incompatible con los valores olímpicos que ahora predica.
Hace
unos años jamás hubiera escrito esto. Me gusta el deporte, me encanta. Disfruto
cada 4 años con la celebración de los JJOO. 8 años atrás deseaba la concesión a
Madrid de los Juegos de 2012 (incluso me compré una pulsera de apoyo a la
candidatura). También hace 4 años deseaba que los juegos de 2016 se celebrasen
en Madr id. Pero ahora no quiero que este Gobierno, en cuyo partido se está
destapando la mayor trama corrupta de la Historia reciente, que maltrata a trabajadores, a
estudiantes y a la sociedad en general, que está obligando a gente honrada a
marcharse de su propio país, que recorta derechos, que aporta más dinero a la Iglesia Católica
y a la tauromaquia que a la sanidad, educación y dependencia, se apunte un
éxito como este.
Me da vergüenza enseñar este país al mundo. Y a ellos, que son quienes nos han llevado a esta situación, debería darles muchísima más.
No
quiero unos juegos manchados de mierda, corrupción, oportunismo y utilizados
como una cortina de humo para tapar nuestras vergüenzas y trapos sucios. Yo no quiero estos Juegos. España
tiene, o debería tener, otras prioridades.
Cuando
mañana, día 7 de septiembre de 2013, a eso de las 22:30 de la noche (hora
peninsular española), el Presidente del COI, Jacques Rogge, pronuncie la frase “to the city of…”, desearé con fuerza
que la palabra que le siga sea “Tokyo” o “Estambul”.
Jacques Rogge en el momento de anunciar a Rio de Janeiro como sede en 2016 |
ACTUALIZACIÓN (08/09/2013): finalmente, la candidatura madrileña cayó eliminada en la primera votación del COI tras un desempate con Estambul. En la votación final, Tokyo se hizo con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020. Quiero felicitar desde aquí a la ciudad nipona y a todo Japón, seguro que organizarán unos Juegos excelentes.