Desde el año 1994, cuando
desapareció la sección de balonmano del Club Atlético de Madrid, y hasta la
pasada campaña en la que este Club volvió a la élite tras adquirir los derechos
deportivos de un todopoderoso Balonmano Ciudad Real venido a menos, la Ciudad
de Madrid había carecido de un referente en el mundo del balonmano.
En estas dos últimas
temporadas, el Atlético de Madrid ha vuelto a ser uno de los principales clubs a
nivel nacional y ha destacado también en las competiciones internacionales que
ha disputado, propiciando que todos aquellos aficionados madrileños que echaban
de menos este deporte hayan recuperado la pasión de antaño.
Todo parecía ir sobre ruedas
cuando se designó a Madrid como una de las sedes del Mundial de Balonmano que
España acogerá durante el próximo mes de enero. De hecho, y para regocijo de
todos los aficionados, se trataría de la sede principal, en la que la selección
anfitriona disputaría todos los encuentros correspondientes a la primera fase
del torneo. “¡Qué gran noticia!”, pensaron muchos al ver cómo el balonmano de
élite volvía a Madrid.
Pues bien, resulta que a las
dificultades que ha tenido que afrontar la organización del Mundial, propias de
un país inmerso en una profunda crisis económica y una dolorosa restructuración
social, hay que unir una más: el recinto previsto en Madrid para albergar los
encuentros de la selección española era el Madrid Arena.
Los recientes y trágicos
acontecimientos acontecidos en el citado recinto, en el que cuatro jóvenes
fallecieron la pasada noche de Halloween durante el desalojo de una macrofiesta,
han trastocado los planes de la organización del Torneo, que acaba de ver cómo
se queda sin una de sus sedes a menos de dos meses de su celebración.
Como es lógico, el
Ayuntamiento de la Capital (del que depende la gestión del recinto) se ha
negado a reabrir dicha instalación hasta que no finalice la investigación en
curso y se depuren responsabilidades. Por otra parte, el Consistorio ha señalado que se hará todo
lo posible para que la disputa de los partidos se traslade del Madrid Arena a la
“Caja Mágica” generando el menor número de molestias posible.
Caja Mágica. Foto: MARCA |
Es aquí donde surge la
polémica, ya que, con motivo de esta serie de sucesos se ha hecho público que la
Caja Mágica ya fue desechada en su día como sede al no superar el examen de la
Federación internacional de Balonmano (IHF). Este organismo determinó que la
instalación no cumplía los requisitos mínimos exigidos para la celebración de
un evento de estas características, por lo que habrá que acometer reformas de
última hora si se quieren acoger en ella los correspondientes partidos.
Para aquellos que no sepáis
de qué estoy hablando, la Caja Mágica es un recinto deportivo inaugurado en el
año 2009 como un ejemplo de modernidad, sostenibilidad y apuesta de futuro. El
coste de su construcción ascendió a los 294 millones de euros (a pesar de
haberse presupuestado en 100). En él se celebra anualmente el Masters 1000 de
Madrid de tenis (lo recordareis por la “cagada” de la tierra batida azul en la
última edición) y ha albergado también encuentros de baloncesto. En un
principio iba a ser la sede en la que el Real Madrid de Baloncesto disputaría
de forma permanente sus partidos como local, pero éste solamente aguantó allí durante
la temporada 2010/2011, cambiándose al Palacio de los Deportes de la Comunidad
de Madrid tras las numerosas quejas de sus aficionados en cuanto a la mala
ubicación, transporte y accesos de la Caja Mágica.
Las preguntas que planteo, y
sobre las que convendría reflexionar, son las siguientes:
¿Cómo es posible que una instalación
tan cara y moderna, destinada a albergar eventos deportivos, no cumpla los
requisitos exigidos para la disputa de un Mundial de Balonmano?
¿Qué imagen da esto de una
ciudad candidata a celebrar unos Juegos Olímpicos, siendo La Caja Mágica uno de
los “buques insignia” de la candidatura?
Otras dos soluciones que se
han planteado son, el traslado de la celebración del Mundial al Palacio de los
Deportes de la Comunidad de Madrid (algo prácticamente imposible a día de hoy,
dado que se encuentra ocupado en las fechas señaladas) o, si no se presenta
otra alternativa, trasladar la sede a otra ciudad fuera de la Comunidad de
Madrid, lo que supondría una sentencia de muerte para la
candidatura olímpica "Madrid 2020" al mostrar la incapacidad de la Capital
para organizar un acontecimiento deportivo de estas características.