5 de mayo de 2013

ESCRACHES... Y LO QUE VENDRÁ


Los escraches están de moda. O tal vez sea mejor decir que “son actualidad”.

Aunque el término ya existía, en estas últimas semanas se ha convertido en una de las palabras más utilizadas por los medios de comunicación. Estos movimientos no son más que una forma de protesta pacífica de acción directa en la que las protestas tienen lugar frente al domicilio o lugar de trabajo de la persona a quien se desea presionar o cuya responsabilidad se quiere denunciar o hacer pública.

Vamos, que en la práctica se trata de “montar  jaleo” bajo la ventana de casa de un Diputado, un banquero, Ministros… Ya que están muy ocupados y no tienen tiempo de acercarse a ver la realidad por la que atraviesa el país, pues les llevan la realidad a casa. Realidad a Domicilio o tele-realidad. ¿Qué más quieren?

Es algo así como lo que hace el cobrador del frac: su único objetivo es recordar a esta gente cuáles son sus responsabilidades.

Imagen de un escrache. / Imagen: JAIRO VARGAS

Pero, ¿Por qué hacer un escrache? ¿Qué hay detrás de todo esto? Y lo que es más preocupante, ¿Qué vendrá después?

Los escraches no son más que el siguiente paso. Un escalón más. Son el objeto de la frustración de un sector cada vez más amplio de la ciudadanía que ve como manifestaciones, concentraciones y demás actos de protesta… lejos de mostrar eficacia alguna, encima generan la burla de aquellos a quienes van dirigidas. Estamos hartos de ver cómo políticos y demás altos cargos frivolizan con asuntos tales como el número de asistentes, la seriedad de convocatorias y las teorías conspiranoicas que se ocultan tras las mismas.

Concretamente recuerdo el caso de un Diputado asomándose por la puerta del Congreso de los Diputados durante el primer movimiento “rodea el Congreso”. Lo más inteligente que se le ocurrió decir al mirar hacia la Plaza de Neptuno fue: “suele haber más gente cuando el Atlético de Madrid celebra algún título”. ¿No le parece serio? Pues igual debajo de su casa lo ve de otra manera. Es un paso absolutamente lógico y comprensible.

Esta vergonzosa prepotencia de aquellos que dicen velar por los intereses de la sociedad es la que genera y alimenta estos movimientos, y no la extrema izquierda, ni la extrema derecha ni ETA, ni nada que se le parezca, como hemos tenido que escuchar. No tienen ni idea de lo que realmente está pasando ni del alcance que todo esto puede llegar a tener. Y si lo tienen, ya han dejado claro que les da igual.

Como muchas veces antes, volvemos a enfocar las cosas de la manera equivocada. El problema no son los escraches. Los escraches, sinceramente, deberían “traérnosla floja”. Luchar contra los escraches es como tener bronquitis y tomar únicamente medicamentos para atajar la tos. En ambos casos, si se me permite el símil, la enfermedad está más extendida. Si nos centramos en los síntomas en vez de combatir la enfermedad, esta terminará por matar al paciente. No debemos gastar tiempo, dinero ni ningún recurso en combatir ni enfrentarnos a los escraches, sino en ver todo lo que hay detrás, todo lo que ha llevado a esas personas a protestar desesperadamente bajo el domicilio de un personaje público concreto. Cuando la enfermedad sea curada, los síntomas desaparecerán solos.

Ilustración de Manel Fontdevila publicada en la revista "El Jueves"

Si no hacemos esto, los escraches irán a más. Cada vez harán referencia a más problemas y se volverán violentos (por suerte, todavía no lo son). Comenzaron como un movimiento contra los desahucios, pero ya están extendiéndose a otros ámbitos como los recortes en gasto público, el paro… La metástasis está en marcha y empieza a parecer imparable.

Es cuestión de tiempo que alguien dé el siguiente paso, que alguien suba el siguiente escalón. Y no sé si se han dado cuenta los escracheados, pero la indignación está ya en la puerta de sus casas. ¿Qué creen que será lo siguiente?

En este país se está suicidando gente que se ve en la calle sin nada tras ser desahuciada y sin posibilidad de volver a remontar el vuelo porque continúa teniendo una deuda millonaria con su banco. Esto es ya una realidad. Llegará el día en que alguna de estas personas caiga en la cuenta de que le da absolutamente lo mismo llevarse a 4 o 5 por delante antes de quitarse la vida. Peor aún, se dará cuenta de que de ese modo se va al otro barrio mucho más satisfecha.

Cuando eso suceda, nuevamente dedicaremos tiempo y recursos a decir lo mal que está hacer eso en vez de dar con el problema real y tratar de remediarlo, y así es como la enfermedad seguirá avanzando.

Otra cosa que creo que acabará sucediendo es un aumento de la delincuencia. Mucha gente habrá que, ante la posibilidad de vivir en la más absoluta miseria, optará por robar y delinquir. Si les va bien podrán vivir con lo que roben, y si les va mal y son detenidos, podrán vivir en una prisión a cuenta del Estado. Cada vez la gente tiene mucho menos que perder, por lo que vivir en una cárcel (comida caliente y una cama) llegará a ser mucho más que aquello a lo que puedan aspirar en sus vidas.

Todo esto no es más que un reflejo de la crispación, el desengaño y la decepción de la calle. Algunos lo exteriorizamos escribiendo, otros lo hacen a gritos y pancarta en mano, pero es cuestión de tiempo que alguien decida que todo esto ya no es suficiente y pase a mayores. Entonces, ya no habrá vuelta atrás, y llevarnos las manos a la cabeza no servirá absolutamente para nada.

Lo dicho, estos políticos elitistas a los que alimentamos deberían bajar de una vez a la calle y romper esa barrera que les separa de la realidad y que cada vez parece más insalvable. La clase política está perdida. Ellos tienen a la policía delante de su casa (policía que pagamos todos) para evitar que se acerquen demasiado aquellos a los que, en muchos casos, esa misma policía ayudó a echar de la suya. Curioso.

Lo peor de todo es que cuando tras esta lenta agonía el paciente muera, encima nos dirán que no pudieron hacer nada por salvarlo o que hacerlo no estaba en su mano. Y entonces no sé qué será peor: si que nos lo digan o que ellos mismos realmente se lo crean.

1 comentario:

  1. Una vista bastante infantin de la realidad. Lo primero echandole la culpa a lo politicos, ministros... esta jente solo son la cara, la cara de un sistema que lleva matando 200 años en Europa. Un sistema que cambia la realidad a su antojo y es que Stallin ha sido un gran asesino, un asesino de burgueses. Pero los libros financiados por bancos te diran comia niño, al igual que ocurre ahora con Korea Del Norte. Pintas la violencia como algo que puede llegar a pasar, pero, pasa y lleva pasando muchos años, tambien mientras nosotros viviamos con nuestros plasma en casa tan agusto. Y es que la culpa de la pobreza de Africa la tienen ellos que tienen muchos hijos, no los estados del primer mundo que les roban los recursos. Robar, matar, explotar trabajadores y hacer que se suiciden es violencia y que tengan que pagar la moneda me parece algo jsuto y justificado.

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